Desde finales de los 60 y durante 3 años el Fillmore East de Nueva York se convirtió en la cumbre
musical de la costa este y uno de los locales más prestigiosos de América. Propiedad del promotor y
visionario de origen Alemán, Bill Graham, supuso la cumbre escénica de las mejores bandas del planeta
junto a su hermano de la Bay Area, Fillmore West.
“Band of Gypsys” de Jimi Hendrix, “4th Way Street” de Crosby, Still, Nash & Young, “In Concert” de
Derek & the Dominoes, “Live at Fillmore” de los Who…son tan sólo algunos de los imponentes directos
grabados en la segunda avenida de Manhattan, pero sobre todo hubo uno que logró sellar a fuego y sangre
su leyenda.
A poco que estés interesado en el Rock y la música en directo es casi imposible que no hayas escuchado o
leído sobre la probablemente mejor obra en directo de la historia del Rock sureño, el todopoderoso “At
Fillmore East” de The Allman Brothers Band. Aquellas dos noches de Marzo en la ciudad de los boros se
conviertieron por derecho propio en la magnum opus de una banda que con tan sólo 3 años de existencia
ya maravillaron a un país con su sensibilidad especial para interpretar densas y ácidas composiciones de
Rock y Blues sobre operaciones jazzísticas.
Su repertorio, típico pero tan especial, la pureza de su sonido, la ausencia absoluta de errores, precisión
máxima sobre cada nota incorporando los detalles perfectos en los momentos adecuados o la mítica
portada y contraportada, mostrando la seriedad y endureza por un lado, y la alegría y desenfado por otro,
que definía perfectamente el parque de atracciones musical que se traían entre manos. Allí se encuentran las
mejores versiones en vivo de temas como “Stormy Monday”, “In Memory of Elizabeth Reed” o
“Whipping Post”, la que es para mí la mejor canción en vivo de la historia sin justificaciones ni dudas. Es
Duane Allman tocando el cielo y quebrantando los límites.
“Las actuaciones del Fillmore no fueron nada más que lo habitual en aquella época para la banda, solo
que esa noche estuvieron un poquito mejor”. Así lo definía curiosamente el agente de la banda por aquel
entonces, y es por eso que a pesar de todas las alabanzas que pueda recibir no quiero extenderme mucho
más sobre este directo del cual se ha escrito mucho a lo largo de los años. El principal objetivo de este
especial es acercar a los fans y ajenos a la banda a otras grandes actuaciones de la época registradas para
la posteridad, no editadas hasta décadas después pero que hacen justicia a lo que suponían las masterclass
en vivo de la banda. Es probidad comentarlas y darles una oportunidad, nunca tendrán el aura mística del
Fillmore ni la versatilidad de años posteriores, pero su peso en oro equilibra la balanza con creces. Con el
gran Duane Allman, el maestro del deslizamiento a la capitanía, su inseparable amigo Berry Oakley al
bajo, su hermano Gregg como maestro de ceremonias, los indomables parches de Butch Trucks, el
immortal Dicky Betts y Jaimoe Johanson, la fiera de Otis, pasen y conozcan uno de los mejores actos en
vivo de la música, la formación original de ALLMAN BROTHERS BAND.
Live at Ludlow Garage – Cincinnati, OH (4/04/1970)
Uno de los mejores registros de la época a nuestra disposición y también de los primeros en ser
publicados de forma póstuma, primero en 1990 en formato CD y más recientemente en 2016 en una
cuidada versión de 3LP. Quizás no goce del mejor sonido posible, grabado con el equipo mínimo estándar
profesional y un ambiente muy cargado y espeso pero su pureza y espontaneidad es exquisita.
Nos encontramos en el Ludlow Garage de Cincinnati, que tomaba su nombre original partiendo de su
ubicación, Ludlow Street, y su función original, una tienda de automóviles y accesorios. Un local que
apenas se mantuvo un año y medio abierto y que aún así fue un habitual del circuito de las mejores bandas
de la época: Santana, Humble Pie, Grand Funk Railroad, The Kinks, MC5, Alice Cooper… un gran
currículum para tan corta existencia.
Musicalmente estamos ante una grabación que llamará la atención de entrada a los más fanáticos por su
original repertorio y su tema de apertura, ya que a diferencia del 95% de sus eventos la noche se abre con
la joyita “Dreams” de su primer álbum. Personalmente uno de mis favoritos de su catálogo y perfecto
para la improvisación, con unas líneas que abren multitud de posibilidades para el directo.
Su mítica e imprescindible versión en vivo del “Statesboro Blues” de Blind Willie se expande en esta
ocasión hasta los 8 minutos, algo poco habitual y que da muestras de hasta donde eran capaces de llevar
estos extraterrestres del directo un viejo blues de apenas 3 minutos de duración
Siguen las exclusividades respecto al resto del catálogo, con una densa y pesada revisión del “Dimples” de John Lee Hooker con Duane y Betts jugando a ser pirómanos de cuerdas y el primero ocupándose de la
voz principal. La golosina la encontramos en los más de 9 minutos de masturbación sonora sobre el “I ́m
Gonna Move to the Outskirts of Town” de William Weldom, y aquí si que no hay medias tintas. Duane el
maestro del slide en estado puro, Trucks soberbio orquestando la comitiva y Gregg narrando la historia
con su inconfundible y rota garganta. “Every Hungry Woman” luce como otra de las únicas
composiciones originales de la velada, con un Gregg desenfadado. Y si todavía queremos más Chicago
Blues, aún queda cuerda para el archiconocido “Hoochie Coochie Man” con Berry Oakley a la voz
Pero si por algo es más conocido este directo entre el catálogo de los Brothers es porque tiene el honor de
incluir la versión más larga registrada de “Mountain Jam”, la clásica improvisación original de sus
conciertos que en esta ocasión abarca CUARENTA Y CUATRO MINUTOS, casi nada. No os perdáis
las locuras sinérgicas de Oakley y Trucks según van pasando los minutos, ya os aseguro que es dificil
aburrirse en esa montaña de sensaciones.
El repertorio original de esa noche también incluía “In Memory of Elizabeth Reed” como cierre de set
antes de la Jam final, este tema se mantuvo oculto hasta la reedición en 2015 de su segundo álbum de
estudio “Idlewild South”, donde en su versión deluxe podréis encontrarla como bonus.
Esta grabación está disponible en las siguientes ediciones:
• Polydor, 1990 (2 CD)
• Mercury/Virgin EMI, 2016 (3 LP)
• Versión digital en la web oficial de la banda
Live at American University – Washington D.C. (13/12/1970)
Tan solo unos días después de los shows de Nueva York y unos meses antes de retornar para coronarse en
el Fillmore, el manager de la banda por aquel entonces, Bert Holman, vivió uno de sus momentos más
emocionantes al cargo de la banda al organizarles dos conciertos en la misma noche del 13 de Diciembre
en el gimnasio de su antiguo colegio, la American University de la ciudad del POTUS.
Dos sets deleitaron a los asistentes en diferentes horarios, 7:30 y 10:30 de la noche, algo bastante habitual
en aquellos tiempos, donde algunas bandas llegaban a tocar hasta 3 sets en un mismo día, algo impensable
actualmente donde todo está terriblemente milimetrado y pactado.
Los Allman se encontraban promocionando su segundo disco “Idlewild South” en constante ebullición de
directos y progresión musical, con lo cual nos encontramos a la banda en pleno estado de forma.
El repertorio de la edición física procede de la fusión de ambas actuaciones, llevándose la palma la
segunda con 5 temas en total. Recibimos un set típico por aquel entonces, con las ya clásicas versiones de
“Statesboro Blues” y el “Trouble No More” marca de la casa para abrir la velada. Como alicientes
especiales tenemos “Don ́t Keep me Wondering” y “Leave my Blues at Home” procedentes de su reciente
disco de estudio y que quedan certificadas como su debut grabado en directo, ésta última en una
interesante versión de más de 6 minutos con toda la banda interactuando a galope y un sensacional duelo
outlaw entre Duane y Betts.
Si hablamos de debilidades personales tenemos “Stormy Monday” el slow blues de T-Bone Walker. Aún
quedaban varios meses y un par de oportunidades más para rozar la versión perfecta de este tema y por
motivos desconocidos el final aparece cortado para empalmarlo con “You Don ́t Love Me” perteneciente
al primer set de la tarde. Casi 16 minutos de largas instrumentaciones y arreglos sobre la marcha con
protagonismo absoluto para los guitarristas. Y como parece que las primeras jams de la jornada fueron las
mejores, el disco se cierra con otro tema del primer set, la gema de todos sus directos y que también
supuso su primer registro en vivo, “Whipping Post” sobrepasa los 20 minutos en una versión perfecta,
aunque al igual que en temas anteriores un escalón por debajo de lo que llegaría a ser tiempo después.
Pero no se engañen, es otra interpretación no apta para mortales.
Esta grabación está disponible en las siguientes ediciones:
• ABB Recording Company/Sanctuary Records, 2002 (CD)
• Castle Music/Sanctuary Records, 2005 (CD) (Versión UK)
• ABB Recording Company, 2015 (2 LP, Reedición)
• Versión digital en la web oficial de la banda
Atlanta International Pop Festival – Byron, GE (3/07 y 5/07/1970) Sol radiante. 37 grados a la sombra. Pasto seco y largos campos de soja. Cerveza dulce. LSD.
Feliz día de la independencia, nos encontramos en algún punto de la estatal 41 a las afueras de Byron en
el estado de Georgia. Las proclamas pacíficas, el nudismo, las drogas y la música eclipsan por completo a
los cientos de miles de asistentes venidos de todas partes que deambulan por las áridas explanadas. Estamos
ante uno de los mejores festivales de la historia de América, con un cartel que aún a día de hoy produce
vahídos: Cactus, Jimi Hendrix Experience, B.B. King, Mountain, Rare Earth, Mott the Hoople, Jethro
Tull, Ten Years After…hasta llegar a más de 30 artistas.
Mientras el ácido gotea sobre los pies de alguna evadida hippie sureña sentada sobre la hierba, un tour
manager novato llamado Willie Perkins se tira de los pelos detrás del escenario. El guitarrista de la banda
local encargada de abrir el festival, Duane Allman, no aparece. Perkins no tiene un papel nada fácil, tiene
que llevar las riendas que su antiguo compañero Twiggs Lyndont le dejó en bandeja hace poco más de un
mes cuando éste fue arrestado en Nueva York acusado de asesinar al dueño de un club que no quiso pagar
a los Allman por su actuación. Sí, habéis leído bien, o me pagas o te rajo. Y en efecto, nadie juega con los
Brothers.
Al parecer Duane tenía una sesión de grabación en Miami unos días antes y se desplazaría por su cuenta
al festival, pero llega la hora de subirse al escenario y su viejo Ford no da más de si. Regresa solo desde
Florida, y teniendo en cuenta que 200.000 almas rondan los aledaños del festival, nos topamos con
carreteras absolutamente bloqueadas. Si ocurriese en 2019, la banda llamaría al manager, este alegaría
problemas logísticos, el festival emite un comunicado, la gente protesta, la banda aclara en redes sociales
lo ocurrido aderezado con una pizca de ego, el público sigue a lo suyo con el Yagermaister y la carpa de
tributos y aquí paz y después gloria. Pero no, estamos en 1970 y esto es otro rollo, asi que el bueno de
Duane aparca el coche en una estación de servicio, pide ayuda a un motorista aleatorio, se echa a su
espalda y como un fanático más atraviesa la interestatal esquivando todas las incidencias físicas que le
salen al paso.
El joven bigotudo se presenta apenas unos minutos antes de la hora pactada, el mánager se salva del
infarto, y sin apenas tiempo de colgarse la guitarra la banda ya está descargando “Statesboro Blues” sobre
el escenario. El Atlanta International Festival explota.
Pero los sobresaltos no paran. Cuando los locales ya han descargado más de una hora de set, la
organización, desbordada por la asistencia y las quejas de los parroquianos que consideran abusivo el
precio de las entradas (¡¡14 dólares!!) decide abrir las puertas de par en par y convertir el evento en un
festival gratuito. Se comenta que hasta 600.000 personas pudieron pasearse por la zona durante el fin de
semana. Han sonado “Trouble No More”, “Every Hungry Woman”, “In Memory of Elizabeth”, “Whipping
Post”… la misma historia, la misma calidad de siempre. De pronto una sinfonía ajena aterriza sobre la
zona, una típica y furiosa tormenta tropical sureña. Como el escenario no tiene techo la banda tiene que
parar durante 30 minutos debido al diluvio. Teniendo en cuenta que estaban a punto de cerrar la actuación
improvisando con su Mountain Jam, ¿cómo diablos arreglas esto? Pues si, retomando donde la habías
dejado y alargándolo unos minutos más sobre la marcha. Despedirse entre truenos y chubascos no sería
un final feliz para tan larga odisea.
Si este fue el inicio del festival, imaginaos el resto.
En el caso que nos ocupa los Allman no solo tuvieron el honor de abrir el evento el día 3 al mediodía,
también lo cerraron con una segunda actuación en plena madrugada del 5 al 6 de Julio, en torno a las 3:50
horas. La única banda en actuar en dos ocasiones en el festival, para algo estaban en casa y se jugó a tiro
seguro.
Durante el segundo concierto los sureños prepararon un set menos directo, con temas más extensos y
largas improvisaciones. Teniendo en cuenta que era una actuación nocturna me parece todo un acierto. Las diferencias son practicamente inexistentes en cuanto a la elección de temas, sólo “Stormy Monday”
se presenta como novedad del segundo concierto, pero que exclusividad… sensacional versión extendida
de 9 minutos donde puedes sentir la suave brisa nocturna con aroma prohibido del sur. “In Memory of
Elizabeth Reed” y “Mountain Jam” también presentan variaciones, con una leve duración superior en el
caso de la primera, y unos 10 minutos más de material en la segunda, sin olvidarnos del invitado de lujo y
principal atractivo con el que contaron, el maestro del Blues Johnny Winter, haciendo de las suyas junto a
un Butch Trucks más excitado y feroz que de costumbre entre los parches, una reliquia que
afortunadamente quedó registrada. Tampoco nos olvidemos de Thom Doucette, que colaboró con su
armónica a lo largo de ambas presentaciones.
Estamos ante una de las mejores grabaciones en directo del grupo, donde realmente empezaron a
maravillar al país y probablemente mi favorita junto a Fillmore y Ludlow. Además goza de muy buen
sonido, trae un curioso libreto con fotos del evento y un largo texto de Kirk West dando más detalles de la
historia aquí narrada, con lo cual merece la pena hacerse con una copia.
Esta grabación está disponible en las siguientes ediciones:
• Epic/Legacy, 2003 (2 CD)
• Epic/Legacy, 2018 (4 LP, Reedición limitada y numerada)
• Versión digital en la web oficial de la banda
S.U.N.Y. at Stonybrook – Stony Brook, NY (19/9/1971)
Pasado el verano y las convivencias cívicas e incívicas, volvamos a la universidad. En concreto a la más
prestigiosa en materia de ciencias de la salud de Long Island y destacada a nivel deportivo formando parte
de la primera división de la NCAA. Se trataba de un centro plagado de contracultura por parte de sus
afiliados, y donde la música también se vivía con intensidad y dotes de rebeldía, siendo otro punto de
encuentro básico para bandas alternativas de la época que querían conquistar la zona atlántica del país.
De hecho, este sería el quinto concierto de los Allman en este recinto desde finales de los 60 hasta
entonces, un lugar donde la banda se sentía muy cómoda y arropada tal y como siempre dijo el batería
Butch Trucks: “Fueron muchos conciertos en un mismo lugar en 5 años. Un lugar que te atrapa con su
química desde el primer día que tocamos. Nos aman y les amamos, así que tan solo podemos volver y
volver”
Parte de las cintas originales de esta grabación estuvieron perdidas hasta mediados de la década pasada,
cuando el archivista de la banda Kirk West contactó de casualidad con un contratista que resultó ser el
antiguo técnico de guitarra de Dicky Betts, y entre ambos juntaron todas las pistas disponibles que tenían
de esa noche para su producción y edición.
Es evidente que los Allman no eran unos Grateful Dead a niveles de grabación de directos, registro,
manipulación y archivo, nunca pusieron mucho empeño en buscar especialistas para ello. La prueba está
en las primeras pistas del disco, el sonido de “Statesboro Blues”, “Trouble No More” y parte de “Don ́t
Keep Me Wondering” no es para tirar cohetes, pero es lo que podríamos esperar teniendo en cuenta que el
técnico de sonido se encontraba trasteando con los amplificadores y tardó un rato en volver a su mesa.
Pero calma, si he incluido esta grabación aquí es porque merece realmente la pena, según pasan los
minutos mejora considerablemente y resulta más que aceptable, hay mucha calidad en global.
¿Qué podemos encontrar de especial en este Stonybrook? Pues por encima de todo el primer registro y
único con Duane vivo de “Blue Sky”, tema compuesto por Dicky Betts que no sería editado hasta el
siguiente disco de estudio, “Eat a Peach”, unos meses más tarde. Un debut sublime de 11 minutos que
corona la actuación y es considerado el tema favorito en directo de muchos fans acérrimos de la banda en
esa época. Yo les tomaría en serio.
Otro que debuta en la velada es “One Way Out” de Elmore James. Tenemos las ya clásicas “Done
Somebody Wrong” y un “Stormy Monday” sutil y cortante. La ida de olla extendiendo a más de 25
minutos “You Don ́t Love Me” en un arrebato de virtuosismo y paranoia de los que dejan la boca seca.
Más, hay más. 20 minutos de “Dreams”, esa jodida maravilla de su disco debut que siempre se hace
corta. Vibren con las destrezas en la slide guitar y el flatpicking por favor.
“In Memory of Elizabeth Reed” siempre fiel y entusiasta cierra el evento por todo lo alto, poco se puede
decir ya de esta composición volcánica que siempre supieron llevar a lo más alto, da igual el día, el lugar,
y las formas.
Cinco semanas después Duane dejaba este mundo a bordo de su motocicleta. Ya nada volvería a ser igual.
Sirva este concierto especial y último registrado en su presencia para darnos cuenta de que ese día de
Octubre del 71 lo único que dejó este mundo fue su cuerpo, porque su espiritu ya estaba en otra
dimensión no apta para el resto de los mortales.
Esta grabación está disponible en las siguientes ediciones:
• ABB Recording Company, 2011 (2 CD)
• Versión digital en la web oficial de la banda
-Otras grabaciones recomendadas-
Boston Common – Boston, MS (17/08/1971)
Editado en 2007 bajo el propio sello del grupo, data del año más productivo e intenso de la banda.
Grabado un caluroso Agosto en el Boston Common, el parque urbano más antiguo de Estados Unidos y
zona cultural e histórica bastante importante de la ciudad, este directo es una jugosa opción para aquellos
que no busquen sorpresas y si una calidad ajustada. Goza de un sonido agradable, muy natural y cercano,
donde hasta podréis escuchar al propio Gregg presentar alguna de las canciones y pedir requisitos a los
técnicos. Contiene un set de lo más típico, el repertorio básico por excelencia, pero como ya intuís
interpretado como nunca, ya que siempre hay matices que difieren de un directo a otro. Lo notaréis como
no podría ser de otra manera en las extensas versiones de “You Don ́t Love Me” (imprescindible) con
detalles inusuales de Duane y una competición preciosa de teclas-cuerdas entre los dos hermanos
,“Elizabeth Reed” y “Whipping Post”.
Live from A&R Studios – New York (26/08/1971)
Un directo exclusivo para la radio WPLJ en los A&R Studios de New York con el que se traficó de forma
no oficial durante décadas y que vio la luz oficialmente en 2016 remezclado desde las multipistas
originales y editado en una ciudada edición en vinilo rojo doble que hará las delicias de los más
coleccionistas. La banda salió bastante contenta de la experiencia en ese estudio, Trucks comentaba que
estaban orientados de forma semi circular, con lo cual podían comunicarse visual y verbalmente con
fluidez favoreciendo el desarrollo de las canciones. Esto se percibe en cada minuto del concierto, la banda
suena limpia, perfectamente sincronizada y llena de energía, con muy buena calidad de sonido.
Duane quiso rendir tributo en esta ocasión a uno de sus héroes musicales, el saxofonista King Curtis,
asesinado 2 semanas antes a pocos kilómetros de este mismo estudio, para ello incorporó una improvisada
versión de su clásico instrumental “Soul Serenade” en medio de “You Don ́t Love Me”, probablemente el
momento cumbre de la actuación con Duane tocando desde el alma y vibrando con cada nota. La otra
sorpresa del repertorio luce en “Hot ́Lanta”, un instrumental creado exclusivamente para las actuaciones
en directo y que solo se encontraba en formato oficial hasta hace 3 años en la edición deluxe del “At
Fillmore East”. El resto de la velada cursó por los derroteros habituales, con versiones más comerciales y
sencillas de sus clásicos para el directo que se adaptaban mejor al encuadre de esta actuación
¿Gula de hongos?
La carrera de la banda continuó tras el fallecimiento de Duane y Berry con varias formaciones
interesantes que resurgieron, hundieron y volvieron a llevar a lo más alto a los georgianos. Betts se quedó
solo al mando de las guitarras en su obra maestra “Brothers and Sisters”, grabando interesantísimos
directos durante su correspondiente gira, como el “Live at San Francisco 73” con un set que tira de
espaldas o el concierto de nochevieja de ese mismo año junto a Jerry García de Grateful Dead como
invitado y segundo guitarra. Ambos recomendadísimos.
Años después unos jóvenes Warren Haynes y Allen Woody dieron un soplo de aire fresco a un cadáver deambulante con los sobresalientes “Seven Turns” y “Shades of Two World” plasmando su potencial en
conciertazos como “An Evening with Allman Brothers Pt 1 & Pt 2” y más recientemente en formato
audiovisual en el concierto del 40 aniversario en el Beacon Theater de Nueva York en 2010. Igualmente
la banda reformó y profesionalizó durante el siglo XXI su sistema de archivismo musical en directo y
existen decenas de grabaciones oficiales de los últimos años al gusto del consumidor, simplemente elige
tu repertorio favorito y disfruta.
Todos ellos merecen una oportunidad para conocer de lleno a esta gran y universal familia de la que
muchos somos parte.
FOREVER ALLMAN
FOREVER BROTHERS
ETERNITY LIVE
Lex
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