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Entrevista

De charla con.. Sex Museum

Sex Museum

Tengo la suerte de entrevistar a un grupo al que sigo desde que me compré un
Lp recopilatorio del sello discográfico Romilar D, vamos, más años que un loro.
Es como si estuvieran conmigo desde siempre, aunque a veces les haya
dejado un poco de lado, pero nunca olvidado. Son de esos grupos a los que no
guardas sus discos en cajas en mudanzas, te los llevas en una bolsa de
deporte para una vez tienes nueva casa, buscarles un sitio donde tenerlos
vigilados.

Han pasado por el escenario del MAYORGA ROCK en Plasencia por primera
vez como SEX MUSEUM (anteriormente algunos miembros lo hicieron con Los
Coronas), así que aprovechamos para pedirles esta entrevista y aquí la tenéis.
Se recomienda escuchar su música mientras lees o al menos después de leerla
mínimo escuchar “Flyin&High” de su Lp ~Sonic~ o “Shine” de su flamante
nuevo disco ~Musseexum~
Levanten sus posaderas en señal de agradecimiento a SEX MUSEUM: más de
30 años de carretera, mantas, suelo y barras de bar, el Rock And Roll
personificado.

La primera pregunta es obligada. ¿Cuándo a mediados de los 80´s os da
por formar el grupo, ¿en qué pensabais?, ¿creíais que duraría tanto
tiempo?

Pues yo no lo tenía muy claro, de vez en cuando pensaba cosas del estilo de “a
ver cómo va esto cuando tenga 25 o 30 o 35 años…”, al principio para volver a
estudiar y más tarde para ver si me tenía que buscar ya un trabajo “de verdad”
y dejar la música. Si no triunfabas o si la cosa no funcionaba, lo normal era que
acabaras dejando la música y te buscabas un “trabajo normal”. Para unos
pocos existía también la opción de convertirse en músico a sueldo, de sesión o
mercenario, o empezar a trabajar en la industria musical como manager, en
una compañía… Dedicarte solo a la música se veía como una aventura para
una época de tu vida; si triunfabas seguías y si no, lo dejabas. No había hueco
para gente que quisiera dedicarse a esto como si fuera un oficio normal y
menos tocando siempre con la misma banda.

¿Qué música escuchábais, qué influencias teníais con 17 o 18 años?

Música de los 60s, revival Mod de final de los 70 y principios de los 80, Nueva
Ola española, New Wave inglesa, Punk y Post Punk, Garage, Surf,
Psychobilly… Yo escuchaba mucho la radio, especialmente los programas de Rafael
Abitbol, que me enseñaba montones de buenos grupos y de alguna manera me
marcó un camino a seguir.

Crecéis en Malasaña (mítico barrio madrileño) ¿Cómo era el ambiente
musical de aquellos años? ¿Se puede hablar de una “factoría de grupos
malasañeros”? ¿seguís visitando el barrio?

Marta y yo seguimos viviendo en el barrio, ya somos de los pocos que aún
vivimos ahí. El ambiente era de pura efervescencia, y no solo de grupos, de
cualquier de forma de arte alternativo. Era un barrio en el centro de Madrid con
precios de alquiler muy baratos porque estaba muy abandonado y nadie quería
vivir allí, así que montones de artistas con muchas ideas y poco dinero, que
venían de cualquier parte de España, se mudaron allí. Además, había un
montón de bares que servían de centro de reunión, en los que había conciertos
y que empezaban a poner una música visceral y cruda que chocaba con lo blandos que se habían vuelto los grupos de la Movida. Y de entre todo lo que
se estaba haciendo, lo que más llamó la atención fuimos los grupos, por lo
jóvenes que éramos y por una propuesta tan lejos de cualquier moda que
existiera en ese momento. Fue una especie de proto-grunge, muy garagero,
sucio e intenso y con influencias de lo más heterogéneas que iban más allá de
la música; el cine, la literatura, la fotografía, el diseño de carteles o la
decoración de los bares eran también gustos y señas de identidad. Madrid no
estaba preparado para eso, ni creo que lo estuviera después. Es una ciudad
muy conservadora de nuevos ricos y cortesanos que sienten mucha
inseguridad cuando llega alguien de pueblo con nuevas ideas y cambios
radicales. Con el tiempo veo todo el rollo malasañero de los 80 como una
bocanada de aire de pueblo que Madrid necesitaba.

Podéis presumir de muchas cosas, pero una de ellas es de haber tenido
en la banda a los mejores baterías de este país. ¿Cómo se llevan o cómo
afectan los diferentes proyectos de los miembros del grupo para la
elaboración y creación de un disco de Sex Museum?

Grabamos los discos muy rápidamente; se preparan en un par de meses y en
un par de semanas ya están grabados y mezclados. Siempre ha sido así y
trabajamos bien de esa manera; grabando en directo la banda dos o tres días,
menos el cantante, y luego metiendo en un día o dos algunos arreglos extras.
En 5 o 6 días tenemos el disco completo grabado y te aseguro que no vamos
con prisas, lo hacemos con bastante calma con todo bien planificado.
Y lo de los baterías es curioso, si alguien me pregunta ahora qué cuál ha sido
la influencia que hemos dejado después de todo este tiempo, mi respuesta
sería que no hemos dejado demasiada, pero que hemos sido unos grandes
formadores de mercenarios. Tiene cojones porque es todo lo contrario a lo que
perseguía. Siempre pretendí montar algo para cambiar las cosas, un comando
de rock para luchar contra el funcionamiento de un mundo musical podrido,
para trabajar con orgullo la cultura alternativa, la Serie B. Sobre todo, para
ayudar a montar algo nuevo y distinto a lo que había. Pero no he hecho otra
cosa que emplear muchísimo tiempo y energía en preparar músicos para que
toquen en bandas de lo más convencionales y comerciales. He acabado
ayudando a lo que quería derribar, el mundo es así de perverso. Al final me doy
cuenta de que he hecho muchas cosas mal, muuuy mal (¡risas!).

«Musseexum»(2018), último trabajo de la banda

Las portadas también son como un universo paralelo de Sex Museum.
¿Definen el estado del grupo? ¿Quién se encarga de ellas?

Si, damos mucha importancia al diseño de las portadas, los carteles y las
camisetas. Desde el principio ha sido así y hemos contado con unos
diseñadores muy buenos que nos han ayudado a dar un estilo personal al
grupo; Roberto Feo, Pablo de la Cruz, Álvaro Fajardo de Fly Factory, Oscar
Benas, Pedro Poyatos… Además, Marta ha diseñado también desde el
principio carteles, flyers, portadas o camisetas.

¿En que se parece y en qué se diferencia este nuevo disco del anterior?

En el anterior veníamos de hacer la gira del 30 aniversario, en la que habíamos
recuperado un montón de canciones antiguas, y eso se notó a la hora de
componer las canciones, el disco sonaba más garagero, al viejo estilo. En este hemos vuelto a actualizar nuestro sonido, olvidándonos de aniversarios o de
discos anteriores, hemos tratado de sonar tal como somos hoy y ahora.

¿Qué nuevos sonidos exploráis o tenéis en mente?

Aún no le hemos dado muchas vueltas al sonido del próximo disco. Imagino
que la mitad del grupo querrá hacer lo de siempre porque no son muy creativos
y la otra mitad querrá hacer algo diferente porque son más creativos. Luego el
cantante va por libre, a su bola. Así que ya veremos por donde tira el sonido del
grupo. Lo que sí te puedo asegurar es que tendremos nuestra clásica lucha en
el local entre los que quieren evolucionar un poco y los que quieren seguir
haciendo más de lo mismo, así funcionamos y no nos va mal.

¿Cómo es un fin de semana de conciertos actualmente y como era hace
20 años?

Hace 20 años éramos un torbellino; visitábamos los bares de las ciudades en
las que tocábamos, las tiendas de discos, las de instrumentos antiguos, íbamos
a comer a casa de la gente que venía a los conciertos, disfrutábamos de cada
día y de cada concierto como si fuera el último. Era un modo de vida cojonudo,
aunque a veces íbamos demasiado a tope. Ahora ya no; ahora es salir, tocar y
volver a casa. Nos cuidamos para durar más pero es todo mucho menos
excitante.

¿Las nuevas generaciones veis que respetan el legado de tantos años de
rock del grupo?

Creo que las nuevas generaciones ni nos conocen ni sienten ningún interés por
una banda como nosotros. Somos como un grupo para oyentes especializados,
para un tipo de gente que tiene un compromiso con el rocanrol mucho más alto
que la media. Estamos fuera del radar de las nuevas generaciones porque por
lo general buscan en la música diversión o una identificación con las modas de
cada momento. Y nosotros estamos fuera de todo eso. Aunque por otra parte
están mucho más comprometidos con los cambios sociales y el medio
ambiente y eso me gusta mucho, estoy con su lucha. Nosotros exigimos un
cierto compromiso y un esfuerzo que no están dispuestos a hacer porque tiene
que ver con otros tiempos y otra visión de la vida. Y sinceramente, a mí no me
gusta cualquier oyente, me gusta ponérselo difícil, no hago música de
entretenimiento, es algo mucho más visceral y emocional.

¿Qué pensáis que os hace especiales?

Al resto no sé, a mí un TDAH no diagnosticado, y eso acabó influyendo al
grupo, evidentemente.

En el tema de las letras, ¿Qué influye a la hora de escribirlas? ¿Tenéis
películas o libros que os hayan dado pie a escribirlas?

Sí claro, montones. Y luego también hay mucho de nuestras experiencias y de
nuestra visión de la vida.

¿Cómo os lleváis con las nuevas tecnologías, que opinión os merecen?

Bueno, es lo que hay, una corriente demasiado grande como para no dejarse
llevar. No sé todavía si es algo que me viene bien o mal, pero las uso
constantemente, como cualquier humano con menos de 80 años. Las redes sociales sí que las tengo un poco abandonadas, creo que no me sientan bien,
demasiada información intrascendente para mi gusto. Me parece una especie
de síndrome de Diógenes mental, un bombardeo continuo al cerebro con
toneladas de información irrelevante. Tuve que alejarme porque empecé a ver
a muchos de mis conocidos de una manera que no me gustaba demasiado.
Bueno, a mis conocidos y a mí mismo; de pronto revisando un día mi Instagram
me vi como un gilipollas con cierto problema de narcisismo.

¿Qué opinión tenéis acerca de las radios y prensa rockera de este país?

Me gustan mucho El Sótano, Ruta 66 y algunos más. Pero la verdad es que
aquí se juntan tres cosas que están en clara recesión en estos tiempos: prensa,
radio y r’n’r. Cualquiera que se dedique a esto merece un aplauso, es un
esfuerzo casi heroico que tiene muy poca recompensa y menos
reconocimiento.

¿Soléis adaptar los repertorios dependiendo de la ciudad o festival en el
que tocáis?

Sí, claro, los recortamos o alargamos y tratamos de cambiarlos según sea el
festival o la sala en que tocamos.

¿A qué grupo o grupos seguís de nueva hornada?

No tengo ni idea que es lo que oye el resto del grupo, así que solo te puedo
hablar de los míos: Blaudzun, The Spyrals, Rayo, Studio 69, The Lucid
Experiment, The Beaches, Black Moon Circle, onYou, Starcrawlers, E.B. The
Younger, …

Decidnos 5 discos imprescindibles para entender a Sex Museum.

Here Are the Sonics – The Sonics
Tommy – The Who
Humble Pie ‎– Performance Rockin' The Fillmore
Space Ritual – Hawkwind
Psicosis – Ugly Custard ‎

Batalla Campal

The Who o The Beatles, Los Who
Ramones o Dictators, empate.
Deep Purple o Black Sabbath, van cambiando con el tiempo, ahora de
Nuevo Deep Purple.

Gracias por vuestro tiempo.

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