Ha pasado el tiempo necesario y prudencial para afrontar el escribir sobre el festival más importante de Extremadura que ha vuelto (como todos) después de la pandemia: Extremúsika. La respuesta del público ha sido masiva pues la organización fija en 72.000 los participantes además de casi sin darnos tiempo a asimilarlo, dar las fechas de la edición 2023 que se celebrará los días 12,13 y 14 de octubre. Lo primero que uno piensa es que este festival ya no tiene que ver nada con lo que era en otros años, no pasa nada. En ediciones anteriores el Rock en sus diferentes variantes copaba con clásicos, míticos y nuevas bandas los días del festival.

En esta nueva edición las tornas han cambiado y el festival se ha hecho eclíptico y sin duda alguna, tiran para las nuevas generaciones: Bad Gyal, Zetazen, Prok, Maikel Delacalle o Kaydy Cain, así a bote pronto y por poner ejemplos, ¿es esto malo? Para nada. Simplemente es relevo generacional bien entendido por parte de la organización. En la coctelera estaban el rock, el hip hop, el rap y el trap, la fusión y el mestizaje, la música urbana y la electrónica. Un abanico amplio de estilos que sin duda alguna han conseguido llevar al festival al éxito.

Mi grado de excitación ante el cartel primerizo era alto pues era La Polla Records quien dominaba dicho cartel. Todos sabemos que pasó. Fin de la primera parte. Mis ojos y orejas fueron testigos del inicio del festival, de la segunda parte y si girabas la cabeza hacia la zona de acampada, podías intuir que el mambo estaba o iba a estar asegurado durante los 3 días que duraría el festival.

El recinto a diferencia de otros años no estaba dentro del recinto hípico y estaba bien diseñado para la ocasión o eso me pareció a mí. Eso sí, el año que viene alquilo un patín. 3 escenarios potentes con su sonido profesional, puestos de comida, de ropa, de libros y un photocall que a ciertas horas de la noche, tenia cola para hacerse la foto que atestiguara que estabas en el Extremúsika y que hacía las delicias de jóvenes y no tan jóvenes. Eran un reclamo recurrente. El año que viene si tienen ustedes a bien señores y señoras de la organización, una noria le vendría al pelo al festival y como reclamo es de 10.

Las bandas se lo pasaron en grande delante de un público que disfruto de lo lindo. Esperamos ya con ganas algún nombre de cara a la próxima edición y también que la climatología lo respete igual que ha hecho esta vez. Yo me voy a mojar y suelto el nombre que dadas las características del festival si o si debería estar presente: Tropa Do Carallo. Ha inmortalizado el festival Andrea, que debuta con sus fotos y que espero estemos juntos el próximo año.

Se añoraba el festival y no decepcionó, había ganas, muchas, de música en directo. Solo queda felicitar y darle la enhorabuena a la organización. El año que viene más y mejor.

Texto by PATXI
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