Vale. Voy a ser realmente expeditivo para que entendáis la naturaleza del hostión musical que hoy llevo a primera plana para vuestro conocimiento. Os gusta el punkarreo sueco cargado de diversión y testosterona multiplicada por mil?. No, esperad. Voy a ser aún más explícito. Veréis. ¿En vuestra estantería pululan tan viscerales como animosos ataques de bandas como Genocide Superstars, Krigshot, Sayyadina o Malignat Tumour???. Es decir, esas bandas cuyos integrantes se derriten con compatriotas (menos los Malignant, que son checos ) de lacerante ADN grind como Nasum pero que inevitablemente también aman el aspecto salvaje y divertido de la música contundente en la onda Motörhead, The Hellacopters (en su etapa inicial) o Discharge. La portada ya os avisa. Parece creada para una banda stoner.
Bien, si estáis asintiendo con vuestras rasuradas o melenudas cabecitas. Una de dos. O estas líneas son innecesarias porque ya conocéis a estos cafres (nada difícil, puesto que desde el 96 llevan dando guerra aunque su discografía arranca en 2003) o no deberíais perder nota de mi disertación. Una que, sin que sirva de precedente, no quiero que sea muy extensa. Porque hablamos de esas bandas cuyo impulso vital nos viene dado sin sofisticación alguna, sin trampa ni cartón. Aquí se trata de destapar el tarro de las esencias y arrasar con todo mientras mueves el body con una eterna sonrisa en tu jeto. Carece de sentido ir desmenuzando todo track por track.
Los Massgrav retornan con su quinto LP para el que han elegido en su título un socarrón guiño a la parroquia extrema. “Slowly We Rock”. Son así. Capaces de despertar tu interés ya solo con el mero enunciado de su proyectil sonoro (el anterior se titulaba “Stockholm Rockers”). No hay más preguntas, señorías. Para qué más.
Los sellos Lixiviat Records y Selfmadegod excretan esta molienda sonora concebida para el desgarro sin perder de vista la fiesta. Massgrav diseccionan el lado PUNK desde una perspectiva incitadora al pogo contínuo. Así tenemos… auténticas ondanadas revitalizantes con un regustillo hardcore hipervitaminizado (que algunos llaman fastcore) que linda con el powerviolence interrumpido de manera inteligente por un abierto sentido punk rockero, como puede ser en temas como “Bränn Óstermalm”,“Gasen I botten” (ese cafre estribillo para corear con pinta de birra en mano!!!), “När antikrundan kommer till stan” (con arranque y guiños psychobilly incluidos), “Höj Skatten” o “Hög pa livet”.
Pasando por los ineludibles pildorazos grinders que despedazan todo a su paso, como “Hetsjakt pa sverigedemokrater”, “Lagen är till salu” o “Nu är svinen vid makten igen”. Y cómo no, se despachan a gusto con el hardcore punk ortodoxo con reminiscencias a los mismísimos Ratos de Porao en temas como “Krossa noblessen” o “Det finns ingen rättvissa”. Sin olvidar, por supuesto, a mamá D-Beat/Crust en pasajes como “Snut en skjut” o “Ditt alldeless livegna liv”. Y todo ello sin desdeñar el aire hooliganesco que le da en todo momento a este brebaje espídico la alternancia en las voces de Ola y Johan, absolutamente orientadas al powerviolence/hardcore y bien empastadas. Es la bronca vocal perfecta para completar esta tormenta.
Massgrav firman un disco compacto, aguerrido y bien pertrechado para la juerga de origen punk en su vertiente más violenta. Massgrav lo han vuelto a hacer. No os perdáis esta fiereza trasladada a los escenarios. Ya sea en formato trío o como cuarteto, esta banda de Estocolmo os va a dar lo que necesitáis y buscáis. Impío apaleamiento y fiesta asegurada. No hay redención. Pogo till death!
Javi Serrano
No hay comentarios