En un principio era el 18 de mayo, pero debido al grandísimo interés que despertaba ver de nuevo a Robe con un disco nº 1, y la venta rapidísima de todas las localidades del recinto hípico de Cáceres ampliaron a 2 los conciertos, siendo el 17 de mayo el que menos gente congregaba y este del sábado se colgaba el cartel de “entradas agotadas”. El arranque de la gira “Ni santos, ni inocentes” fue en Valencia y por redes sociales ya se podía ver algún video. Algunos no querían ver nada, y llegar a la cita vírgenes en ese aspecto era una prioridad.
Había que ser fuerte de conciencia para no picar, yo vi algún video. Tengo menos fuerza de voluntad que “El Vaquilla”.
Llegue a la cita con tiempo pues a la prensa nos citaron en la taquilla del recinto media hora antes del comienzo del concierto, a las 21:30. Una persona del equipo técnico salió con el listado de los acreditados y nos condujo al interior del recinto. El trato fue cordial, amable y con cierto punto de humor puesto que la persona era de Cádiz y eso se lleva en la sangre amigos. Eso sí, hasta llegar a la taquilla miles y miles de personas con sus bebidas y sus bocatas y eso que se hace antes de entrar a un concierto que se esperaba de éxito. Muchas caras conocidas y la sensación de que todos los que estábamos íbamos con cierta devoción hacia el maestro.
La espera fue la normal en estos casos y aunque alguno gritara algún improperio la gente se lo recriminaba. ¿Cómo osas insultar al maestro? ¡Eso no se hace que queda muy feo, hombre! …Y salió solo Robe con su guitarra para arrancar con “Destrozares”, y la gente arranco con él. Robe sabe lo que hace y lo lleva sabiendo desde el principio de su carrera. Apostó fuerte por este nuevo camino musical que tenía la difícil tarea de tomar el relevo y aparcar a un lado a ese monstruo que todos sabemos que se llama Extremoduro… pues bien, objetivo mas que cumplido pues solo hace falta ver los resultados. Rodeado de unos músicos de altísimo nivel ofrecieron un espectáculo cargado de energía y sentimientos con un juego de luces y sonido espectacular…y encima pasó un “superbolido” que muy bien ha captado la cámara de David Corbacho del staff técnico de la gira. ¡Bingo!.
Robe con sus textos y música llevó al público a la emoción pura y dura a lo largo de las 23 canciones que formaron el setlist de este 18 de mayo, distintas algunas a las del día 17. Esto me lo chivaron algunos que han estado los 2 días. Yo le note contento y hasta arranco con unos pasos de jota en “Guerrero”, el maestro y sus cosas. Evidentemente sonaron temas de Extremoduro y la gente ahí es donde se sube a la ola y no quiere bajar. Temas como “Golfa” irían calentando a los más veteranos antes de que sonaran “Tu corazón”, “Jesucristo García”, y ese final de fiesta con la mítica “Ama, ama y ensancha el alma” y la presencia del mágico Manolo “Chinato”.
Para los allí presentes imagino que es lo más parecido a surfear una ola en Nazaré. Un concierto del Robe sin parada no es concierto, y la hicieron, también salió su lado reivindicativo y dedicaron el tema “Nana” a los niños de Gaza. Robe sabe cómo emocionar. Un concierto largo pero que como siempre pasa, para los fans de Robe, sabe a poco. Le quedan por delante 32 fechas donde a buen seguro seguirá deleitando a sus seguidores. Eso sí, lo siento por el resto de ciudades, pero el “superbolido” solo podía darse en su tierra, el maestro y sus cosas.
Agradezco enormemente a mi amigo Roberto Rios Ramos las fotos cedidas para esta crónica. Podéis seguirle en su Instagram @robertriosram
Valen Rodríguez
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