Imagina que tu querida mujer y tú tenéis dos bandas geniales con las que giráis a menudo por el país,
gozáis de cierto reconocimiento, compagináis la vida familiar con esfuerzo y habéis alcanzado una base
sólida. Un buen día os da por girar juntos y se enciende la bombilla a priori predecible y espinosa:
fusionar ambas bandas.
Así fue como nació la Tedeschi Trucks Band, unión de la Dereck Trucks Band (sobrino del mismísimo
Butch Trucks y ex miembro de los Allman Brothers del siglo XXI) y Susan Tedeschi Band, reputada
compositora, vocalista y guitarrista de base bluesy.
La banda debutó en 2010 con el premiado “Revelation”, una alianza que ha evolucionado hasta nuestros
días con 4 discos de estudio a sus espaldas, empapados por completo en la música de raices americana.
¿Sus señas de identidad? la maestría sureña de Trucks a las cuerdas, marca de la casa y heredera de
leyendas, la fogosa entrega de Susan a la voz como directora de orquesta en un recital que recuerda a una
mezcla entre Joplin y Bonnie Ratt, y una banda de lujo que se extiende hasta los 12 miembros tanto en
estudio como directo.
TTB nos han presentado “Signs” hace apenas un par de meses, probablemente el disco más íntimo, suave,
cálido y personal de su carrera. No son pocas las tragedias que han cercado a la familia en los últimos
tiempos: el triste suicidio de su tío Butch Trucks, la batalla perdida de Gregg Allman, la desaparición de
Leon Rusell, el ataque al corazón del teclista Kofi Burdridge y no menos importante, el fallecimiento en
pleno escenario de Bruce Hampton mientras el matrimonio asistía a uno de sus conciertos, y a quien por
cierto está dedicado este disco.
Liricamente el album recoge esos sentimientos y los plasma con sinceridad, podemos percibir esa estela
triste que lejos de teñir de negro la obra la banda ha sabido focalizarla en un aura de esperanza y
positividad. “Honremos a los que ya no están viviendo intensamente cada día”
La receta sigue siendo la misma: base de blues, ingredientes Soul y Gospel, especias Folk, tintes Jazzies,
aroma sureño. Eso si, olviden el descaro de “Revelation” o la pegada de “Made Up Mind”, Tedeschi y
Trucks calman las aguas y nos muestran una faceta más sentimental y reservada, la música asemeja un
oleaje en calma, es necesario degustarla con atención, no sobran notas ni arreglos, sus instrumentos
focalizan la atención solo cuando es necesario.
Esto es muy importante para entender la obra, ya que uno de los aspectos más llamativos es la ausencia de
virtuosismo y exhibiciones por parte de Trucks. Se le echa en falta en muchos pasajes del disco, por
momentos casi desaparecido pero a la vez sabiendo actuar en el momento preciso. Es un disco para contar
a viva voz, y ahí Susan ha ganado terreno con creces. Es su disco, su momento. La belleza sureña toma
las riendas de la banda y su voz ilumina cada linea. Si vienes buscando los clásicos tricks y slides de
Dereck siento decepcionarte, esta fuente no saciará tu sed. Si hasta ahora habías ignorado la carrera de
Susan y la banda, date la oportunidad de conocerla mejor.
Prueba de ello la tenemos al comienzo del disco, “Sings, High Times” con su tonalidad funky-blues es
toda una declaración de intenciones, con Susan abriendo la puerta con toda su fuerza y pegada. Nada
menos que cuatro voces apoyando las lineas y las primeras pinceladas de calidad de Derek.
“I ́m Gonna be There” sube la apuesta abriendo con tintes Soul, excelentes arreglos de cuerda y un
precioso puente que se te quedará grabado:
“You’re the one that frees my soul
And every day I learn from you
I’m gonna keep on running towards your light
I’m gonna breathe you in every day of my life”
Atención a como domina Susan todas las fases del tema, camina sobre el agua, sublime. Punteo final de
Trucks marca de la casa para cerrar con toda la banda, coros y orquestaciones al máximo.
Esa positividad que mencionaba se hace notar sobre todo en “Still Your Mind”, esperanzadora lírica con
una suave entrada de piano y donde Trucks reaparece en su mejor versión tras un par de temas casi
ausente, no escatima en hacerse notar y rebosar clase.
Los más rockeros saciarán sus ansias con “Shame”un groove pegadizo con arreglos de viento, por otro
lado “They Don ́t Shine” te recordará a los viejos tiempos de la Creedence Clearwater Revival. No
olviden los más fanáticos de los Allman y Gov ́t Mule que el bueno de Warren Haynes está presente en
“Walk Through This Life” y, si tienes la tarde melosa, sírvete dos acústicas como “Strengthen This
Life” y “The Ending” . Esta última supone además del cierre del compacto, toda una declaración de
intenciones para el futuro, donde nos acercamos a una Susan y un Trucks más cercanos que nunca. Y
juraría aunque esto no lo he podido confirmar, que la letra está dedicada a Bruce Hampton.
En definitiva, no negaré que este disco está un poco por debajo de sus predecesores, pero aun así brilla
por voluntad propia en multitud de facetas y supone un punto y a parte para la banda. El próximo
movimiento está más abierto que nunca ya que tal y como ha dicho Trucks recientemente: “Aún no he
encontrado el techo de esta banda”. Esperemos que tarde en lograrlo.
Lex.
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